lunes, 21 de abril de 2014

La agresividad territorial: un peligro que debemos tratar



La agresividad es uno de los mayores miedos de los propietarios de perros hoy en día. Existen diferentes tipos de agresividad, pero hoy nos centraremos en una de las más peligrosas para los propietarios: la dominancia territorial.
¿Qué es la dominancia territorial?
Este tipo de agresividad es una de las más típicas debido a que en su instinto el perro debe establecer de manera “natural” una relación de “ dominancia-sumisión” con sus congéneres. Normalmente observaremos que el perro quiere establecerse como dominante de la manada y manda señales para que los propietarios sean sus subordinados.
La agresividad, en este caso es el resultado de dos cosas: La genética del animal y su aprendizaje.


Para detectarlo, tenemos que observar algunas de las siguientes características:

- Apoyan las patas delanteras en las personas
- Gruñen sin causa aparente
- Establecen contacto visual directo
- No dejan acercarse cuando duerme o cuando están comiendo

¿Se puede tratar?

Sí, y es más SE DEBE DE TRATAR sino queremos tener un susto muy grande. El adiestramiento es la parte fundamental del tratamiento  y su objetivo es invertir la relación de dominancia entre el perro y el propietario. No castigues a tu perro, ya que en este tipo de agresividad no funciona y es muy contra producente. Lo que haremos será reforzar su buena conducta y le iremos haciendo que se "subleve" poco a poco.
Nosotros realizamos un protocolo muy sencillo pero muy fácil de realizar que empieza por que la mascota aprenda a "sentarse". No es necesario que aprenda ninguna orden más, pero esa es muy importante. Una vez conseguido que aprenda, el adiestramiento se basa en que el animal obedezca la orden siempre que quiera conseguir comida o caricias. Es decir, si quiere comer antes tiene que obedecer. Si quiere jugar  o quiere una caricia, primero deberá sentarse. Es MUY IMPORTANTE que obedezca a todos los miembros de la familia. De esta manera, reforzamos la obediencia, que en cierta manera es lo contrario a la dominancia.

Además, recomendamos los collares tipo Promise o  Gentle Leader ya  que  al presionar la nuca y el morro les estamos indicando que tienen que obedecer. Esta presión no les ocasiona ningún dolor, aunque al principio pueden resistirse a ponérselo. Este tipo de collar además, les va ayudar
a que aprenda la orden de sentarse, ya que al tirar hacia atrás y hacia arribar del collar y ejerciendo presión sobre la grupa al tiempo que se da la orden.

Sólo en casos muy graves, se complementa este adiestramiento con medicación. La medicación nunca va a solucionar el problema, lo único que hará es que nuestro perro sea más manejable a la hora de intentar educarlo.

Recuerda que no existen perros agresivos de "per se" ( a no ser que tengan alguna enfermedad) sino perros MAL EDUCADOS que necesitan que su conducta sea redirigida. Muchos perros agresivos lo son además por su propios propietarios, que en muchas ocasiones refuerzan esa conducta.





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